lunes, 4 de febrero de 2008

Citas de J. L. Borges

¿Quién soy? Estoy tratando de averiguarlo.

La duda es uno de los nombres de la inteligencia.

En mi país se pasan quince minutos diciendo que no hace falta presentarme y diciendo que van a ser breves en la presentación; y así pueden estar una hora sin haberme presentado.

Yo siempre seré el futuro Nóbel. Debe ser una tradición escandinava.

No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor.

La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.

Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.

Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones.

Yo creo que de todos los géneros quizá el policial sea el más artificial, porque en verdad los crímenes no se resuelven por razonamientos, sino por delaciones.

Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.

Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuese admirable.

Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quién es.

Yo nunca busco temas, dejo que los temas me busquen y yo los eludo, pero si el tema insiste, yo me resigno y escribo.

Publicamos nuestros libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores.

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